Recientemente asistí a dos situaciones matrimoniales en las que las parejas están teniendo problemas serios de comunicación. Después de muchos años de matrimonio han llegado a un punto de desencanto y resentimiento.
Me puse a pensar en la importancia del aprecio. El aprecio es sinónimo de amor, consideración, estima, atención, afecto, cariño, respeto, valoración, crédito, amistad; es un hábito que perdemos u olvidamos en nuestras vidas y no nos damos cuenta que un poco de aprecio y reconocimiento hacia el otro podría salvar muchas situaciones.
Hace unos días estuve en una sesión de entrenamiento de aves rapaces. Fue increíble ver cómo las águilas, halcones, papagayos, buitres, volaban sueltos y decidían regresar con su entrenador. ¿Qué hacía que esos animales, dueños del espacio abierto, que pueden volar a alturas increíbles y a velocidades impresionantes quisieran quedarse con su entrenador? Era porque cada vez que hacían lo correcto recibían una recompensa. Es imposible hacer que estos animales obedezcan a base de gritos o a la fuerza o tirándoles piedras, la clave está en darles una recompensa y eso hace que ellos QUIERAN estar con el entrenador.
Y la naturaleza humana es igual, si nosotros nos sentimos apreciados, valorados, respetados damos mucho más de nosotros hacía los demás. Creo que toda pareja, empresario, padre, amigo, todos nosotros tendríamos que tener este principio más presente en nuestras vidas y estar al tanto de todas la cosas pequeñas o grandes que podemos apreciar en los demás.
Todo profesor o directivo, o cualquiera que se relacione con otras personas, deberían dominar el arte de elogiar que los psicólogos denominan refuerzo positivo. Es frecuente que los empleados expresen la siguiente queja: «Mi jefe solo me habla cuando cometo un error» «Mi padre me regaña cuando me va mal en los estudios, pero cuando saco buenas calificaciones no se da por enterado, como si simplemente hubiera hecho lo que se esperaba de mí». También para cultivar una amistad, tiene que haber una manifestación de gratitud y aprecio sinceros.
¡Enfoquémonos en los rasgos positivos! Y veremos cómo las personas florecen y desarrollan sus talentos. Cómo el acertado dicho: “Dile que es bonita y lo será” Un elogio sincero puede hacer maravillas en las personas.
Detente a reflexionar:
- ¿Cuánto hace que dedicaste sesenta segundos a hablar con tu hijo sobre algo que este hubiera hecho muy bien?
- ¿O con tu secretaria o tus empleados o colegas de trabajo?
- ¿Cuánto tiempo hace que le dijiste a tu pareja cuánto lo aprecias por todo lo que hace desinteresadamente?
- ¿Cuánto hace que agradeciste a tus padres por todo lo que hacen por ti?
- ¿Y a tus amigos, cuando fue la última vez que apreciaste su compañía y amistad?
“El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado.”
William James (filósofo y psicólogo estadounidense, 1842-1910).
“Todos quieren ser apreciados, así que si aprecias a alguien no lo mantengas en secreto.
No importa lo ocupado que estés, debes de tomar tiempo para hacer sentir a la otra persona importante”
(Mary Kay Ash)
Totalmente de acuerdo Gloria.Excelente explicacion .
ReplyDeleteSi aplicasemos estos principios siempre, seguro que seriamos mas felices.
Un saludo,
Andres