Por Gloria Cruz
La vida se mueve rápida y a veces nos olvidamos o no dedicamos tiempo para hacer balance de ella. Y es importante parar y evaluar cómo fue nuestro año y después ponernos metas para el siguiente. También porque es importante reconocer y agradecer todas las cosas que nos han pasado, lo que otros han hecho por nosotros o lo que nosotros hemos podido hacer por otros.
Aquí hay un ejercicio que yo suelo hacer al final del año:
1. Hago una lista de todas las cosas clave que me han pasado. Los que llevan un diario les será más fácil. También es un buen ejercicio para hacer con la familia. Aquí hay algunas cosas que puedes recordar, aunque lo mejor es que tu personalices tu lista:
- Viajes que has realizado.
- Mejoras en la casa.
- Éxitos en el trabajo.
- Nuevas amistades que he conocido.
- Libros que he leído.
- Lecciones que he sacado de las diferentes circunstancias en las que me he encontrado.
- Que progreso he hecho en mi vida interior o espiritual
- ¿Tengo algún conflicto sin resolver?
- Si se hiciera una película de este año de mi vida, ¿Qué titulo le pondría?
3. Perdonar a los que nos han tratado injustamente o hecho daño. En el transcurso del año, es muy probable que haya habido ofensas y disgustos. Empieza el año bien, perdonando y librándote de cualquier rencor, sólo así serás feliz en el nuevo año que entras. Si es necesario, haz una lista de esos sentimientos negativos y saca de tu corazón cada uno de esos sentimientos, trata de cambiarlos por un buen deseo para esas personas. Deja de dedicar tantas horas y pensamientos a lo mal que te han tratado y deja de culpar a todos por tus problemas. Mira dentro de ti y cambia pensamientos negativos por positivos, no hay tiempo para perderlo en concentrarte en el daño que te han hecho.
4. Ahora piensa en tus metas y objetivos para el nuevo año. Proyecta tus sueños para este nuevo año y piensa en cómo te gustaría que fuera.
- Qué áreas de tu vida te gustaría desarrollar.
- En qué áreas de tu trabajo quieres crecer.
- Que desafíos pueden haber y cómo los puedes superar.
- Haz un plan.
Como dice el refrán “El que nada espera, nada consigue”
5. Busca una frase, una cita, un libro, un versículo bíblico, la vida ejemplar de un personaje. Algo que te motive y que puedas recordar cada vez que te desmotives. Algo que te ayude a recordar que si puedes, si sólo sigues luchando.
Y espero que al final de este ejercicio, digas con convicción ¡FELIZ AÑO NUEVO!
RESUMEN: Haz balance del año, agradece, haz una limpieza interior y planea para el año que entra.
Si deseas contactar conmigo, puedes hacerlo a: cursosmotivacion@yahoo.es
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